Capítulo 19

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– Si estás en el menú, te pediré sin importar el precio – dijo coquetamente Paul a la mesera

– Pero que atrevido eres, Paulie – interrumpió John fingiendo una voz chillona, Paul lo miró mal

– Yo no estoy en el menú, señor – respondió seria la chica que los atendía – ¿Qué van a ordenar? –

Capítulo 19

– ¡No me presiones! – Pidió George rascándose la cabeza – No sé si mirar los platillos o los precios, ambos me confunden, estoy aturdido –

Después de un par de minutos los chicos por fin ordenaron, y en cuanto se fue la mesera ellos se pusieron a conversar un poco. Amanda seguía en Central Park con Dereck, desperdiciando un día que pudo aprovechar para avanzar en sus proyectos pero no podía negarle nada a su mejor amigo, y como hacerlo si estaba enamorada de él desde hace un par de años,  le era imposible negarse a una petición de ese tipo hecha por tan importante persona.

Por miedo a que cambiara su relación o peor aún, a perder su amistad, Amanda nunca se había animado a confesarle sus sentimientos... (Me suena taaan familiar -.-)

– Gracias por acompañarme – agradeció Dereck a Amanda, ya sentados en una banca observando la ciudad

– He desperdiciado un día entero – se quejó la chica cruzándose de brazos, Dereck rió

– Vamos ¿apoco fue tan malo? – volteo a verla esperando una respuesta

– Fue espantoso – igual lo miró y comenzó a reír – Son casi las ocho – mencionó viendo su reloj – Vero sale hasta las 9:30 –

– ¿Pasarás a buscarla? – preguntó Dereck volviéndose hacia ella para tomarle una fotografía

– Si, y deja de hacer eso – regaño Amanda pero no puedo evitar sonreír – Ahora tienes que distraerme este tiempo que resta – amenazó

Un rato después…

– Ya son más de las nueve, y nosotros seguimos aquí – se quejaba Ringo

– Regresaremos a morir – recordó Harrison bebiéndose lo que quedaba de su bebida

– Y no conseguimos el objetivo – dijo Paul decepcionado entrelazando sus manos por enfrente de su rostro, lo demás chicos se burlaron de él

– Se me había olvidado para que nos habíamos escapado – comentó Ringo

– Yo no me voy sin antes haberme comido un gran flan – advirtió John y Paul lo pidió – para llevar por favor – los demás chicos rieron

Enseguida le dieron el postre a Lennon los chicos salieron del restaurante, mientras que Amanda y Dereck se acercaban a la entrada de Picholine para buscar a Ross.

– No tengo ganas de escuchar los balbuceos de Brian – se quejaba Lennon mientras caminaba de espaldas para poder hablar con sus amigos hasta que chocó con alguien

– Fíjate imbécil – Lennon se giró rápidamente, se encontró con una gran sorpresa

:O ¿Quién insultó a Lennon? No lo se D: pero bueno esperaré al próximo capítulo hehehehe XD

Capítulo 18

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En cuanto a los Beatles… habían encontrado un lugar para comer, se veía algo caro pero Lennon los convenció de que sería divertido.

– Buenas tardes – saludó cordialmente un señor con traje que se encontraba a la entrada del restaurante  – Bienvenidos a Picholine –

Capítulo 18

– ¿Tardes? Pues ¿Qué hora es? – susurró McCartney en el oído de Harrison

– Las 5:40 de la tarde – respondió el flacucho

– El tiempo pasa tan rápido – dijo dramáticamente

– ¿Hicieron reservación? – pregunto el señor mirándolos con curiosidad, los chicos se voltearon a ver

– En realidad no pero – indagó Lennon acercándose a aquel sujeto – Pero tal vez esto puede ayudar a encontrar una mesa ¿no lo cree? – le ofreció un par de billetes, el señor los vio de reojo y los tomó metiéndolos en el bolsillo de su saco

– Vengan por aquí – sonrió amablemente y caminó hacia el interior, donde se encontraban todas las mesas

– El dinero mueve montañas mis queridos amigos – dijo John triunfante poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón

Los chicos siguieron al distinguido señor hacia una mesa a un lado de una ventana, estos agradecieron y el señor avisó que en un momento los atendería el mesero.

– Ese tipo no me agrada – comentó Ringo mirando al señor que se alejaba

– No creen que comer aquí será un poco excesivo – dijo Harrison mirando el lugar y a las personas que en él se encontraban, la mayoría vestida de etiqueta y con aspecto refinado

– Hay que aprovechar que ahora podemos hacerlo – comentó John sonriendo

– Bien yo muero de hambre y nadie nos hace caso – dijo McCartney mirando a todos lados – ¿Creo que nuestras caracterizaciones nos hacen ver algo desaliñados? – dijo tocando su barba postiza

– No querido, te hace ver maduro – mencionó un coqueto Lennon guiñándole un ojo a su amigo quien solo hizo una mueca de desagrado

– Disculpen la demora – se dispensó la mesera repartiendo los menús a los chicos

– ¡Vaya! – exclamó Ringo al ver los precios – ¿Qué clase de magia hacen estos platillos? ¿Se ponen solos en tu boca? – preguntaba sarcásticamente

– Si estás en el menú, te pediré sin importar el precio – dijo coquetamente Paul a la mesera.

– Pero que atrevido eres, Paulie – interrumpió John fingiendo una voz chillona, Paul lo miró mal

– Yo no estoy en el menú, señor – respondió seria la chica que los atendía – ¿Qué van a ordenar? –

¿Qué acaso me tienen miedo? ¿o por qué no comentan? de verdad no muerdo XDD porque yo se que estas leyendo esto -.- hahahaha creo que si no muestran interés me desanimaré y dejaré de escribir y bajo aviso no hay engaño! hahahahaha

Capítulo 17

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El día transcurrió tan ajetreado como ninguno. Mientras tanto los chicos ya se encontraban sentados, cansados y con mucha hambre.

– Mi estomago pide a gritos comida – se quejaba Lennon tallándose el abdomen

– Deberíamos ir a comer algo – propuso McCartney

Capítulo 17

– Bueno – intervino Ringo con una gran manzana con caramelo en la mano – Caminemos, haber que encontramos –

Los demás chicos hicieron caso y comenzaron a caminar en busca de un buen restaurante. Mientras tanto  Amanda iba en busca de Dereck, su mejor amigo de la preparatoria que ahora se dedicaba a la fotografía ya que necesitaba de su ayuda para los próximos proyectos de la empresa.

Salió rápidamente en su auto hacia los estudios en donde su amigo era propietario. En cuanto llegó se bajó inmediatamente del auto y entró al edificio.

– Señorita Gray – dijo una mujer en cuanto vio a entrar a Amanda – Buenos días – sonrió amablemente

– Buenos días, Jayme – hizo una pausa – ¿Dónde está Dereck? – preguntó algo desesperada

– Salió hace unos minutos – respondió Jamye, Amanda se golpeó la frente con la palma de su mano y trono la boca – Dijo que iría a tomar un par de fotos a Central Park, que regresaba en una hora –

– Lo voy a matar – refunfuñó entre dientes – Gracias Jamye – y salió del edificio en busca del desaparecido Dereck

Amanda condujo hacia Central Park sumamente tensa. En cuanto llegó al lugar se dispuso a buscar a Dereck hasta que por fin lo vio enfocando a un par de niños jugando con sus globos de helio.

– Te me desapareces – regaño Amanda

– Hola, me va muy bien gracias no tenías que molestarte – respondió su amigo con sarcasmo y soltó una risa 

– ¿Qué te pasa Amy? –

– Soy Amanda. Te necesito para un nuevo proyecto – dijo cortante

– Tranquilízate mujer, tendrás que esperar a que termine con esto – advirtió – tómate el día libre solo por hoy, estas demasiado tensa para trabajar así – aconsejó enfocando a Amanda con su cámara

– Nunca cambiarás – sonrió derrotada.

Y lo acompañó gran parte de su tarde recorriendo el parque mientras Dereck hacía lo que más le gustaba.

En cuanto a los Beatles… habían encontrado un lugar para comer, se veía algo caro pero Lennon los convenció de que sería divertido.

– Buenas tardes – saludó cordialmente un señor con traje que se encontraba a la entrada del restaurante  – Bienvenidos a Picholine –

Son la 1:45 am y yo aquí subiendo un capítulo (: en fin no me importa si piensan que estoy chiflada XD estoy feliz, tengo hambre y mañana tengo que pasar por mi certificado a la escuela -.- y todavía mi mamá quiere que vaya al banco ¬¬ pero lo que me alegra es que veré a mis dos mejores amigos *---* 

Les suena familiar el nombre del restaurante? :O hahahahaha XD

Capítulo 16

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– ¡Wow! Central Park es enorme – indagó Ringo sorprendido

– Para tú tamaño si – bromeó John pero no obtuvo la atención del emocionado oji-azul

– Estoy cansado – mencionó Harrison tirándose en una banca – Hemos caminado mucho –

Capítulo 16

– No seas aguafiestas George, hay que divertirnos mientras podamos – dijo Ringo emocionado, parecía un pequeño niño

– Anda George ve a pasear a Ringo – comentó John riendo – Que casi no lo sacas – pero de nuevo no obtuvo la atención de Ringo ya que había salido corriendo dispuesto a explorar, John y Paul lo observaron por un momento – Se ve divertido – comentó John

– Lo sé – dijo Paul inexpresivamente, ambos se voltearon a ver

– ¡Vamos! – exclamaron al unisono y corrieron tras Ringo

– ¡Espérenme idiotas! – dijo George levantándose de la banca

Y ahí andaban los chicos recorriendo Central Park divirtiéndose como nunca,  tenían que aprovechar ya que no todos los días les es posible salir a las calles sin ser acosados por sus fanáticas. Brian de seguro los asesinaría cuando regresaran y esa era otra gran razón para disfrutar el día, sin mencionar la búsqueda sin sentido de Paul, si de alguna u otra forma les iría mal pues que lo mejor era que valiera la pena soportar el regaño.

En cambio, el día de Amanda y Verónica no iba del todo bien. Amanda tenía muchos proyectos de publicidad solicitados desde apenas unos días que estaban designados a mostrarse lo más tardar a principios de octubre.

– ¡Poco más de un mes, Sarah! ¿Solo eso? – Gritaba Amanda a su asustada asistente quien también era su amiga – Tengo que apresurarme, debo hablarle a Mark para acordar la fecha de filmación, organizar una sesión fotográfica para Converse… – se encontraba sumamente estresada

– Calma Amanda, tu podrás con esto solo debes de organizarte adecuadamente – aconsejaba la chica que tenía casi la misma edad que Amanda mas no lo aparentaba

– No tengo tiempo para eso ¡Debo irme! – salió apurada de la oficina para hacer una de las tantas cosas que debía hacer

Y Vero atareada en su trabajo  ya que el restaurante estaba casi lleno.

– Solomillo al vino tinto – anunciaba el mesero a los chefs

– Tú te encargaras de ese – ordenó Grace a Verónica – es para el embajador Garnett – ante lo ultimo Ross abrió sus ojos como platos y tragó saliva, Grace lo notó – Tu puedes, chica – animó

El día transcurrió tan ajetreado como ninguno. Mientras tanto los chicos ya se encontraban sentados, cansados y con mucha hambre.

– Mi estomago pide a gritos comida – se quejaba Lennon tallándose el abdomen

– Deberíamos ir a comer algo – propuso McCartney

Wiiiiii quede oh yeahhh! pase el examen y podre seguir estudiando genial :D Espero que les guste el capitulo n.n

Capitulo 15

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Mientras tanto, Paul trataba de ubicarse.

– Bien… – dijo mientras dejaba salir un largo suspiro – Lo único que sé es que estamos en New York, en algún lugar de Manhattan – enchuecó la boca

– Esto es inútil – se quejó Lennon



Capítulo 15

Comenzaron a caminar sin rumbo. John estaba sumamente irritado, Paul solo veía a todos lados tratando de ubicarse y Ringo intentaba ayudarlo, George solo caminaba pensativo.

– Vayamos a Central Park – comentó Ringo emocionado

– Pero… – dijo Paul no muy convencido

– Sí, estoy demasiado aburrido – mencionó Lennon

– De acuerdo – dijo finalmente Paul

– No fue nada inteligente escaparnos sin un auto – comentó Harrison

Amanda estacionó el auto frente a un restaurante llamado Picholine (díganme infantil pero me dio risa el nombre XD) donde Verónica era una de los chefs novatos, ya que había estudiado gastronomía en la universidad.

– ¡Vengo por ti a las 8:30! – gritó Amanda y enseguida echó a andar el auto

Verónica entró al restaurante y saludó a sus compañeros.

– ¡Que carita, mujer! – Exclamó una mujer refiriéndose a Vero – ¿Qué tan entretenida estuvo la fiesta? – rió

– No, Grace. Ojala hubiera sido por una fiesta – comentó divertida tomando su uniforme para cambiarse

– Eso dicen todos – dijo divertida la mujer que al parecer llevaba por nombre Grace

Mientras tanto Amanda, después de dejar a Vero en el restaurante se dirigió a su trabajo. Ella era publicista en G&B Miller, una agencia de publicidad en la cual integraba la parte creativa de la empresa ya que también estaba capacitada para diseñar los anuncios o comerciales que les pidiesen quienes requirieran de sus servicios.

Estacionó el auto y enseguida apagó el estéreo.

– Bien, llegué – se dijo asimisma, aliviada al ver que había llegado a tiempo – Toma Evan, cuídalo bien – dijo Amanda al hombre que se encontraba en la puerta principal

– Seguro Amanda – respondió él

– ¡Wow! Central Park es enorme – indagó Ringo sorprendido

– Para tú tamaño si – bromeó John pero no obtuvo la atención del emocionado oji-azul

– Estoy cansado – mencionó Harrison tirándose en una banca – Hemos caminado mucho –

Estoy tan nerviosa, mañana darán los resultados de los examenes... espero quedar >.<

Capitulo 14

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– Les daré gratis esos accesorios si se toman una foto con nosotras – dijo emocionada la chica de la tienda

– Y si nos dejan sus autógrafos – agregó su compañera

– Seguro – contestaron los cuatro al unisono no muy convencidos

Capítulo 14

– ¡Apresúrate Verónica! – Presionó Amanda mientras caminaba hacia la cocina – No quiero que me despidan – dijo en voz baja mientras echaba un vistazo al refrigerador

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– ¡Jamás! – Exclamó desesperada la chica que llevaba por nombre Andrea – No podría cobrarles ningún centavo, de verdad – explico alterada

– Pero no nos agrada la idea de llevarnos esto sin pagar– comentó Ringo apenado

– Por mí no hay problema – indagó Lennon con una sonrisa torcida

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– ¡Cállate! – gritó Rose – Ya estoy lista – dijo ya al pie de la escalera

– Por fin, anda dame las llaves que yo manejaré – pidió Amanda a su amiga quien la miró mal

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– No me parece correcto, acéptanos aunque sea esto – dijo McCartney dándole a la chica unos cuantos billetes

– De acuerdo – mencionó resignada – Espero que les sirvan y que tengan un lindo día, fue genial conocerlos –

– Si, vuelvan pronto chicos! – dijo su compañera

– Gracias – dijeron los cuatro saliendo de la tienda ya “caracterizados”

Los chicos comenzaron a caminar por la gran ciudad, las personas los miraban raro pero de ahí en fuera nadie los reconocía. Mientras tanto Amanda y Verónica se dirigían a sus respectivos trabajos. Rose encendió la radio y comenzó a sonar una canción de los Beatles, Please Please Me para ser exactos.

– Me agrada – mencionó Amanda sin dejar de ver el camino

– ¿Qué? – preguntó Vero sin interés

– La canción – respondió

– Suena bien –

Mientras tanto, Paul trataba de ubicarse.

– Bien… – dijo mientras dejaba salir un largo suspiro – Lo único que sé es que estamos en New York, en algún lugar de Manhattan – enchuecó la boca

– Esto es inútil – se quejó Lennon

 

 

 

Bueno bueno ando algo apurada en realidad, adelantaron la semana de evaluacion y tengo tres proyectos por entregar. Tengo dos examenes de admisión que son el 26 de mayo y el 8 de junio, en fin... aqui les dejo un capitulo de rapido >.<

Capitulo 13

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– ¡Oigan esperen! – Gritó George – No podemos andar así tan quitados de la pena por las calles de New York –

– Tienes razón, vamos a ver que encontramos– concluyó Paul

Caminaron un poco y se metieron a la primera tienda que encontraron, y para su fortuna era de caracterización y disfraces, pero no todo fue bueno porque las que atendían el lugar eran chicas y para colmo beatlemaniacas.

Capítulo 13

– Buenos días ¿en qué puedo ayudarles? – dijo una chica mientras acomodaba un traje en un maniquí, dándole la espalda a los chicos

– Queremos unos disfraces – Respondió Ringo

– No ostentosos – mencionó Lennon

– Ni llamativos – completó Paul

– Solo para pasar desapercibidos en la ciudad – concluyó George mirando a los demás quienes sonrieron debido a la simultánea respuesta que todos dieron

– Creo tener algo… – la chica se quedó estupefacta observándolos

– No por favor – pidió Paul, la chica seguía con los ojos mas que abiertos

– Son ustedes – mencionó un poco más tranquila aquella chica recobrando un poco el sentido

– Si – sonrió el pequeño Ringo – Pero… ¿si puedes ayudarnos? –

– Claro. Esperen un momento, iré por mi compañera – la chica sonrió y se fue sin dejar de mirarlos

Los chicos se quedaron observando el lugar exceptuando a Paul quien se quedo parado observando por la ventana del aparador, estaba serio y su vista se concentraba en la nada hasta que una mano golpeando su hombro lo hizo retornar de sus pensamientos.

– ¿En qué tanto piensas? – cuestionó George observándolo con interés, Paul sonrió

– En dónde sería bueno buscarlas – respondió colocando sus manos en los bolsillos

Mientras tanto, las chicas caminaban hacia la casa de Ross. Llegaron en cuestión de minutos.

– Espera, debo bañarme – avisó Vero mientras subía las escaleras

Amanda se aventó en el sofá y prendió el televisor…

– Beatlemanía por todas partes – decía la conductora de un programa – El concierto de los Beatles en el She Stadium fue todo un éxito, aunque apenas y eran audibles con esos gritos de sus fanáticas –

– ¿Cómo es que no se enteraron del accidente? – se preguntó Amanda en voz alta, y volvió a pensar en lo que había sucedido

– Les daré gratis esos accesorios si se toman una foto con nosotras – dijo emocionada la chica de la tienda

– Y si nos dejan sus autógrafos – agregó su compañera

– Seguro – contestaron los cuatro al unisono no muy convencidos

 

 

Capítulo 12

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– ¿Quién me acompaña en mi búsqueda? – preguntaba McCartney arreglándose el nudo de la corbata frente a un espejo

– ¿De qué hablas Paulie querido? – cuestionó John con voz femenina

– Pues solo pregunto quién me quiere acompañar en mi búsqueda por New York – volvió a preguntar volteando a ver a los chicos

Capítulo 12

– Te drogaste – comentó Ringo con suma seguridad

– Si no nos explicas bien cómo quieres que te entendamos. Dinos sin rodeos, ¿de qué rayos hablas? – cuestionó ahora un muy curioso George

Paul caminó hacia la puerta de la habitación – Habrá que huir de Brian – mencionó Paul ignorando por completo a los chicos, estos se miraron extrañados y luego siguieron a Paul quien se asomaba por la puerta verificando que estuviera desolado el pasillo – Es hora – comenzó a correr y los demás hicieron lo mismo, corrieron con suerte ya que en el hotel había junta de personal, siguieron caminando rápido hasta que por fin salieron de las instalaciones por la puerta de personal.

– ¿Ya piensas decirnos que tramas? – dijo John molesto

– Pues… – por fin Paul le hizo caso, vaciló un rato y luego esbozó una sonrisa torcida – Iremos en busca de Verónica y Amanda – concluyó triunfante, los otros chicos lo miraron incrédulos

– ¡Por eso! – Exclamó Lennon aun más molesto – ¡Por esas tontas chicas! – alzó los brazos y miró al cielo

– Hasta yo pienso que es algo tonto – mencionó el oji-azul rascándose la cabeza

– ¡Vamos! Será divertido – trató de animar McCartney

– ¿Tienes alguna idea de dónde buscarlas? – cuestionó serio George cruzándose de brazos

Al parecer Paul no había pensado en eso porque se quedo callado…

– ¡McCartney! ¿Qué no pensaste en eso? – regañó Lennon mirándolo con desaprobación

– No… – respondió y comenzó a reír – Ya veremos cómo le hacemos, ahora caminemos – hizo una seña para que lo siguieran

– Yo no iré a ningún lado – amenazó John recargándose en la pared

– No te conviene quedarte – dijo Ringo más que convencido

Lennon solo lo miró mal porque sabía perfectamente que Ringo tenía toda la razón así que sin decir palabra comenzó a caminar tras ellos.

– ¡Oigan esperen! – Gritó George – No podemos andar así tan quitados de la pena por las calles de New York –

– Tienes razón, vamos a ver que encontramos– concluyó Paul

Caminaron un poco y se metieron a la primera tienda que encontraron, y para su fortuna era de caracterización y disfraces, pero no todo fue bueno porque las que atendían el lugar eran chicas y para colmo beatlemaniacas.

Capítulo 11

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– Y… cuando…. Llegó Judith… debiste haber… visto tu cara – Decía Vero casi sin aire de tanto reír

– Tengo que admitir que si fue algo gracioso – Amanda rió un poco ya que Vero la contagiaba

– Solo porque no tienes otra opción – Vero volvió a soltar una carcajada

Capítulo 11

– ¡Niñas! ¡Ya cállense y entren a la casa! – regañó Judith a las chicas desde la ventana de su recamara en el segundo piso haciendo que se sobresaltaran del susto

Para evitarse más problemas ambas entraron a la casa, Amanda puso los seis seguros que Judith había mandado a colocar por sus exageradas ideas sobre la delincuencia.

– Estoy cansada de que mi mamá me traté como si tuviera 15 años – se quejaba Amanda mientras caminaba hacia la cocina

– Y con el incidente de hoy dejará de tratarse así – comentó Vero con su típico sarcasmo, Amanda solo la observó de mala forma – ¿Por qué “todo junto” se escribe separado y “separado” se escribe todo junto? – enchuecó la boca y entrecerró los ojos

– Vamos a dormir – sugirió Amanda

Subieron al cuarto de Amanda y no tardaron mucho en caer rendidas en los brazos de Morfeo…

Por fin amaneció, eran aproximadamente las 7:00 am y los Beatles estaban ya levantándose, apenas sabían donde se encontraban o cuáles eran sus nombres.

– ¡Pido la ducha! – gritó McCartney mientras corría hacia el baño ya recobrando el sentido

– ¡Más vale que te des prisa McCartney! – amenazó Lennon golpeando la puerta

Y efectivamente Paul tardó en la ducha. Todos comenzaron a arreglarse mientras tanto Vero y Amanda seguían en la cama hasta que aquel sonido molesto proveniente del despertador las evocó de su pesado sueño, Vero apagó dicho aparato y a gatas se dirigió al baño para lavarse la cara y los dientes, luego de recobrar totalmente la noción le arrojó un proyectil en forma de almohada a su perezosa amiga que aun permanecía en la cama.

– Solo unos minutos – dijo Amanda con voz distorsionada

– Anda ya que debemos ir a trabajar – advirtió Vero mientras se colocaba los zapatos – Vamos a buscar mi auto – pero Amanda aun se encontraba en la cama – ¡Amanda! ¡Despierta ya! ¡Son las 7:30! –

– Voy – mencionó resignante levantándose, parecía como si su cuerpo pesara miles de toneladas y a pasos arrastrados se metió al baño

– ¿Quién me acompaña en mi búsqueda? – preguntaba McCartney arreglándose el nudo de la corbata frente a un espejo

– ¿De qué hablas Paulie querido? – cuestionó John con voz femenina

– Pues solo pregunto quién me quiere acompañar en mi búsqueda por New York – volvió a preguntar volteando a ver a los chicos

Capítulo 10

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– ¿Puedes creer todo lo que nos paso el día de hoy? – comentó Vero rompiendo el silencio

– No, todo fue tan pero tan extraño – respondió Amanda con la mirada fija al suelo

– Fuimos a un concierto de los Beatles, ¡que increíble! – dijo Vero con notable sarcasmo lo cual le saco una pequeña carcajada a Amanda.

Capítulo 10

– Son lindos… – vaciló – exceptuando al imbécil – mencionó frunciendo la boca y recordando en la última vez que lo vio… salir de la estación burlándose de ella le hacía enojar

– ¿Qué hora es? – preguntó Vero cambiando el tema

– No lo sé… las nueve o diez – trató de adivinar con falta de interés

– Me quedaré en tu casa, no pienso volver sola – amenazó la mejor amiga de Amanda alzando una ceja, la chica solo hizo una seña de aprobación

Hubo un momento de silencio, Amanda recapitulaba en su mente todo lo sucedido en aquel extraño día, Vero pensaba en… ¿comer? Bah! Ambas tenían sus pensamientos enfocados en el mismo punto, en la misma situación, en el mismo hecho y no solo ellas concentraban sus mentes en ello, en algún lugar de New York cuatro chicos intercambiaban opiniones por la misma circunstancia.

– No estás hablando enserio, ¿verdad? – cuestionaba incrédulo el pequeño oji-azul

– Muy enserio diría yo – respondió seguro John posando sus manos detrás de su cabeza

– Pero si eran muy simpáticas y divertidas – decía Ringo tratando de convencer a un muy terco Lennon.

– No le hagas caso, Ringo. Es mejor excluirlo de esta conversación – aconsejó Harrison desde el baño, apenas pudieron entenderle ya que había hablado mientras se cepillaba los dientes

– Tenemos que volver a verlas – pensó Paul en voz alta, John lo miró y enseguida puso los ojos en blanco

– No sé que le ven de especial a ese par de locas – comentó John observando la televisión

– A mi me parecieron interesantes – dijo George saliendo del baño

– Dejen de hablar de ellas, por favor – pidió John fastidiado – Además ya muero de sueño, ese concierto no lo dimos nosotros, sino los fans con sus gritos – comenzó a reír mientras se aventaba en la cama

– Mañana será otro día – concluyó Paul sonriendo

Ya eran casi las once de la noche y los chicos ya estaban por irse a dormir, se sentían sumamente cansados aunque no todos quisieran admitirlo, habían tenido un día muy agitado. Mientras tanto Vero y Amanda aun seguían fuera de la casa, reían sin parar recordando todo.

– Y… cuando…. Llegó Judith… debiste haber… visto tu cara – Decía Vero casi sin aire de tanto reír

– Tengo que admitir que si fue algo gracioso – Amanda rió un poco ya que Vero la contagiaba

– Solo porque no tienes otra opción – Vero volvió a soltar una carcajada

Bueno aquí de rapido dejando un capitulo, pfff odio ser tan floja e irresponsable tuve dos semanas enteras para hacer la tarea y no hice absolutamente nada bueno hahahaha me voy.

Capítulo 9

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– Bueno… creo que nosotros tampoco – dijo Ringo divertido

– Cómprale a tu hermana lentes de contacto nuevos, créeme que los necesita urgentemente – bromeó George poniendo sus manos en los bolsillos

– Ya lo creo – dijo Johan riendo

Capítulo 9

– No se aprovechen de mi situación – sentenció Amanda queriendo sonar lo más seria posible pero no lo logró – Creí que sería peor – mencionó sentándose estrepitosamente en donde antes se encontraba

– Espera a que le digan cuanto tiene que gastar en la reparación – comentó Johan entre risas

–  ¡¿DOS MIL DOLARES?! –

– Ves lo que te dije – mencionó triunfante el hermano de Amanda – Prepárate para trabajar toda tu vida –

– Chicos, hay que irnos – ordenó Brian acercándose a nosotros, acompañado de Lennon

– ¿Ya? – dijeron Ringo, Paul y George al mismo tiempo y con notable desanimo

– Si, hay muchas cosas que hacer – explicó Brian

– Fue un gusto conocerlos – se despidió Ringo

– Nos veremos luego – Paul igual se despidió guiñando un ojo a las chicas, ellas solo rieron

– Hasta luego – Harrison fue un poco más formal

El último en salir de la estación fue John quien mientras Johan y Vero estaban distraídos se despidió de Amanda con un gesto burlón.

– Imbécil – dijo Amanda entre dientes

En unos minutos llegó Judith, solo hizo una seña de que la siguieran. Subieron al auto de Johan y este tomó el volante, en el camino nadie emitió palabra alguna, a excepción de Vero y Amanda que intercambiaban miradas. Llegaron a casa y Judith entró sin decir nada, Amanda, Vero y Johan permanecieron fuera por unos minutos.

– Si que está molesta ehhh – mencionó Johan alzando una ceja

– Ni me lo digas – dijo Amanda poniendo los ojos en blanco

– Bueno yo entraré, nos vemos Vero –

Johan entró a la casa dejando a Vero y Amanda completamente solas, ambas se sentaron en las escaleras de la entrada y se quedaron calladas.

– ¿Puedes creer todo lo que nos paso el día de hoy? – comentó Vero rompiendo el silencio

– No, todo fue tan pero tan extraño – respondió Amanda con la mirada fija al suelo

– Fuimos a un concierto de los Beatles, ¡que increíble! – dijo Vero con notable sarcasmo lo cual le saco una pequeña carcajada a Amanda

Ahora si, me despido debo dormirme "temprano" porque mañana no voy a querer levantarme xD

Capítulo 8

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– Soy Paul McCartney – se presentó

– Ellas son Amanda y Verónica – Ringo habló por las chicas, Paul solo asintió con la cabeza

– Un gusto – indagó Amanda estrechando la mano de Paul, Vero hizo lo mismo pero sin decir palabra alguna

– ¡¿AMANDA GRAY?! ¡¿DÓNDE DIABLOS ESTÁS?! – todo las personas presentes estaban desconcertadas

Capítulo 8

– Mi… mi mamá llegó – susurró Amanda tragando saliva

Amanda se levantó rápidamente de donde se encontraba y caminó lentamente hacia donde estaba Judith, quien la observaba furiosa. Judith no había venido sola, estaba acompañada por el hermano mayor de Amanda: Johan.

– ¿Qué rayos estabas viendo para no mirar el espejo retrovisor? – preguntó enojada Judith

– Mamá, cálmate por favor – Amanda miraba avergonzaba a todos lados

El oficial se acercó a ellos.

– Buenas noches. Supongo que usted es la propietaria del auto –

– Si. Dígame ¿en cuánto me saldrá la tontería de ésta niña? – preguntó Judith cruzándose de brazos sin antes mirar con desaprobación a Amanda

– Bueno eso tendrá que hablarlo con el señor Epstein, representante de los Beatles – dijo el oficial señalando a Brian

– ¡Chocaste con el auto de los Beatles! – Exclamó Johan – Con razón ustedes tres se me hacían conocidos – dijo señalando a Paul, Ringo y George… ellos solo sonrieron

– Solo cállate Johan – amenazó Amanda

– Es que tiene razón – agregó Vero

– Tú no ayudas en nada ¿ehhh?  – dijo Amanda mirando con enojo a su amiga

– Acompáñeme – pidió el oficial a Judith

Judith siguió al oficial. Paul, Ringo y George solo observaban la escena, John moría de la risa y lo hacía notar exageradamente lo cual hacia enojar a Amanda.

– No hagas caso del cacareo de John, solo quiere hacerte enojar – aconsejó Paul, Amanda solo hizo una mueca

– Bueno como nadie hace nada – comentó Johan mirando a Amanda – Yo mismo me presentaré… Soy Johan Gray – saludó a los Beatles – Nunca me imaginé conocerlos de esta forma – comenzó a reír

– Bueno… creo que nosotros tampoco – dijo Ringo divertido

– Cómprale a tu hermana lentes de contacto nuevos, créeme que los necesita urgentemente – bromeó George poniendo sus manos en los bolsillos

– Ya lo creo – dijo Johan riendo

Aqui les dejo el capítulo 8, en unos minutos subo el nueve porque este fin de semana no estaré en mi casa... (:

Capítulo 7

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– Entonces ¿te espera una gran paliza? – me preguntó George enchuecando la boca

– Si, cuando hablé con mi mamá estaba muy molesta – comenté mientras miraba al suelo y recordaba la llamada telefónica que había tenido con ella

– Tranquila, todo saldrá bien – a pesar de que las intenciones de Ringo al decirme aquellas palabras eran las mejores no me servirían de nada

Capítulo 7

– No Ringo, hay que ser realistas – interrumpió mi amiga – Esta es la última vez que veremos a Amanda con vida – todos comenzaron a reír excepto yo – Vamos chica, era solo una broma –

– Lo sé, pero eso no mejorará las cosas – dije resignada

– Hay que pensar positivamente – me animó George guiñándome un ojo, yo solo sonreí desanimada – Lo que no me cabe en la cabeza es ¿Cómo es que te dieron la licencia de conducir? – de nuevo todos rieron menos yo

– Apenas llevo minutos de conocerte y ya te burlas de mi – miré a George entrecerrando los ojos, este se avergonzó un poco, creyó que hablaba en serio – No te preocupes, eso si me pareció gracioso – solté una pequeña carcajada y el sonrió aliviado

– Amanda ¿puedo interrumpir tu narración un momento? –

– ¿Quién eres? –

– Uno de los narradores que contrataron para relatar tu historia, pero ya me colmaste la paciencia porque no paras de hablar, ¿podrías dejarme hacer mi trabajo? –

– Si claro, como quieras pero, no por mucho tiempo ¿entendido? –

– Solo cierra el pico –

Bueno, ahora que por fin pude callar a Amanda continuemos con la historia. John y Paul observaban a sus amigos y a las chicas platicar animadamente, a John no le agradaba mucho debido al pequeño enfrentamiento que había tenido con ellas.

– Vamos John, quiero conocer a las chicas – comentaba Paul tratando de convencer a su amigo para que no se quedara solo

– Ve tu, yo me quedaré aquí – sentenció John cruzándose de brazos

– Bien, como quieras – Paul se alejó de su amigo para dirigirse al objetivo que anteriormente había fijado, se aclaró un poco la garganta para llamar la atención – Hola – sonrió

– Hola – dijeron todos

– Soy Paul McCartney – se presentó

– Ellas son Amanda y Verónica – Ringo habló por las chicas, Paul solo asintió con la cabeza

– Un gusto – indagó Amanda estrechando la mano de Paul, Vero hizo lo mismo pero sin decir palabra alguna

– ¡¿AMANDA GRAY?! ¡¿DÓNDE DIABLOS ESTÁS?! – todo las personas presentes estaban desconcertadas

– Mi… mi mamá llegó – susurró Amanda tragando saliva

Aquí esta otro capítulo xD amh... no tengo nada que decir .___.

Capítulo 6

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Colgué el teléfono y me dirigí hacia donde estaban los demás.

– ¿Qué te dijo Judith? – preguntó Vero preocupada

– Cuando le conté lo que había pasado se desmayó, luego Johan contestó el teléfono y dijo que venían en un rato – Vero solo se empezó a reír – Oye no te rías, no es gracioso –

– Claro que lo es, pero mejor prepárate para cuando llegue – me aconsejó, yo me puse aun más nerviosa

Capítulo 6

– Mi nombre es Ringo Starr – observé como una mano se extendía frente a mi

Me dispuse a averiguar a quien pertenecía y me di cuenta que era aquel chico de baja estatura y con ojos de color que anteriormente nos había regañado por nuestro infantil comportamiento. Yo tomé su mano correspondiendo el saludo.

– Amanda  Gray – le sonreí, luego este chico se dirigió a Verónica para saludarla también

– Verónica Ross – mencionó mi amiga estrechando la mano de Ringo

– Mucho gusto – sonrió y se sentó a mi lado para comenzar a platicar con nosotras – Lamento mucho habernos conocido gracias a esta situación – enchuecó la boca pero de nuevo volvió a reír

– No te preocupes, afortunadamente ya aclaramos este asunto – comentó Vero soltando una pequeña risa

– Disculpa por la pregunta pero ¿Ringo es un nombre? – pregunté curiosa, a lo cual él comenzó a reír

– Es un sobrenombre, en realidad me llamo Richard Starkey – respondió sonriendo

Otro de los chicos se acercó a nosotros, era aquel flacucho de cabello negro y ahora que lo podía observar con mayor detenimiento tenía una mirada algo intimidante, se veía serio tal vez demasiado.

– Hola – estrechó nuestras manos – Mi nombre es George Harrison –

– Yo me llamo Verónica Ross y ella es Amanda Gray – nos presentó mi amiga

– Y yo soy Ringo – dijo con voz femenina aquel chico que ya estaba con nosotros, Vero y yo comenzamos a reír

– A ti ya te conozco – mencionó George riendo

Comenzamos a hablar con ellos, eran muy amables y graciosos. John y el otro chico no se acercaron para nada, me alegro de que ese maleducado no lo hiciera pero me daba curiosidad conocer al otro que lo acompañaba, solo nos observaban desde lejos como nosotras hablábamos con sus otros dos amigos: George y Ringo.

– Entonces ¿te espera una gran paliza? – me preguntó George enchuecando la boca

– Si, cuando hablé con mi mamá estaba muy molesta – comenté mientras miraba al suelo y recordaba la llamada telefónica que había tenido con ella

– Tranquila, todo saldrá bien – a pesar de que las intenciones de Ringo al decirme aquellas palabras eran las mejores no me servirían de nada

Wiii quedé en segundo lugar y solo por un punto de diferencia de la chica que quedó en primero -__- pero bueno aun así estoy feliz :DDD bueno les dejo el capítulo 6.... Nos veremos el próximo fin de semana (:

Capítulo 5

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Me indicaron donde se encontraba el teléfono, lo tomé, descolgué y marqué el número de la morgue digo, de mi casa. Fueron los segundos más largos de mi vida al escuchar el sonido del teléfono.

– Por favor no contestes. Por favor no contestes. – rogaba en mi mente

Capítulo 5

– ¿Hola? – pero mis plegarias fueron ignoradas

– Hola mamá, soy Amanda – mi corazón palpitaba más rápido que nunca

– Hola hija, ¿Cómo estás? ¿Te estás divirtiendo en el concierto? –

– El concierto ya terminó y si me divertí pero… – me quedé callada, tenía tanto miedo

– ¿Pero qué? ¿Pasó algo malo? – comenzó a preocuparse

– Si mamá, es que… lo siento mucho de verdad pero, choqué el auto – apreté muy fuerte mis ojos esperando lo peor

– ¡¡¿¿Qué??!! – tembló en casi todo el mundo, tuve que alejar el teléfono para que no reventaran mis tímpanos.

– Si, lo siento de verdad por favor no te enfades, lo siento mucho – espere unos segundos pero no me contestaba – ¡Mamá! – volví a insistir

– ¿Amanda? – en definitiva no era mamá quien decía mi nombre

– ¿Quién habla? – pregunté

– Pues quien más, tonta. Johan, tu hermano –

– Pero, ¿y mi mamá? – cuestioné preocupada

– Creo que se desmayó – escuché que se empezó a reír – ¿Qué le hiciste? –

– Nada, bueno si. Es que choqué el auto – le expliqué algo avergonzada

– ¡Ay niña! Y ¿Dónde estás ahora? –

– En la estación que está cerca del Shea Stadium –

– Bueno, ahora levanto a mi mamá y vamos para allá –

– Está bien. Adiós –

Colgué el teléfono y me dirigí hacia donde estaban los demás.

– ¿Qué te dijo Judith? – preguntó Vero preocupada

– Cuando le conté lo que había pasado se desmayó, luego Johan contestó el teléfono y dijo que venían en un rato – Vero solo se empezó a reír – Oye no te rías, no es gracioso –

– Claro que lo es, pero mejor prepárate para cuando llegue – me aconsejó, yo me puse aun más nerviosa

Bueno pues aquí actualizando bien temprano, en unos minutos iré a clases de danza y habrá concurso interno y yo tengo mucho miedo >.< pero en fin. Nos veremos mañana domingo(:

Capítulo 4

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– Amanda, son los Beatles – dijo al fin reaccionando

– ¿Ellos? – Los observé por un buen rato – En definitiva no son de York. Su acento es distinto, tal vez británico – Pensé en voz alta. No me parecía que fueran ellos, eran… diferentes

– Si, son ellos. Acuérdate de él chico que tocaba el bajo, es él – mencionó señalando a uno de ellos

Capítulo 4

– Muchas gracias. Bueno ahora hay que ir a la estación, será mejor que arreglen este problema allá – ordenó el oficial

– ¿Y mi auto? – pregunté

– Una grúa vendrá por él – respondió

– Maldición – dije entre dientes

– Chicos, ahí viene su transporte – dijo el señor de aspecto serio que acompañaba a los “Beatles”

– Que bueno, porque yo me quiero ir – sentenció el flacucho

– No, ustedes no pueden irse. Deberán asistir todos a la estación para declarar su versión de los hechos – explicó el oficial, a lo cual todos hicimos muecas de desagrado

– Pero ¿para qué? si todo está muy claro – exclamó el tal John – Esta bruja acompañada de su loca amiga golpearon el auto por no fijarse – me acerqué a él y le di un pisotón que por los gestos que hizo le dolió mucho

– HAHAHAHA – Los otros chicos comenzaron a reír como locos

– Haber si así te callas – lo amenacé

– Eso sí que fue gracioso – decía el chico de rostro inocente mientras se doblaba de la risa – ¡Me duele el estómago! – seguía riendo sin parar

– ¡Cierra el pico! – gritó furioso John, el imbécil

– Pero que genio, Lennon – mencionó el flacucho alzando una de sus cejas

– Por favor tranquilícense y suban al auto que los llevaré a la estación – nos pidió el oficial

Nos subimos al auto y llegamos en unos minutos. Hicimos nuestras respectivas declaraciones, entre peleas e insultos inofensivos pero logramos hablar cada quien, se podría decir que todo se aclaró y admití ante el “juez” que yo había sido la causante. Hasta que llegó lo que me temía.

– Señorita, ¿usted es la propietaria del auto? – me preguntó el oficial

– No, mi madre lo es – respondí con la voz temblorosa

– ¿Podría usted llamar a su madre para que ella responda por los gastos necesarios? –

– Seguro – mi muerte estaba a punto de ocurrir

Me indicaron donde se encontraba el teléfono, lo tomé, descolgué y marqué el número de la morgue digo, de mi casa. Fueron los segundos más largos de mi vida al escuchar el sonido del teléfono.

– Por favor no contestes. Por favor no contestes. – rogaba en mi mente

Nos veremos el próximo fin de semana(: